Cómo combinar lo físico y lo digital para innovar el modelo operativo energético
En los últimos años, aparecieron nuevos desafíos para el rubro de la producción y distribución de energía. La buena noticia es que, para enfrentarlos, la industria cuenta con nuevas herramientas tecnológicas. Sin embargo, ¿De qué manera deben combinarse los recursos físicos y digitales?
El modelo de gestión energético tiene una amplia historia tecnológica. De hecho, en el informe “Digitalization and Energy” de 2020, la Agencia Internacional de la Energía destaca que el sector energético ha sido pionero en la implementación de las tecnologías más novedosas desde hace ya varias décadas. Esta tecnología se aplica a distintas dimensiones del sistema productivo, desde la operación de la red hasta el sistema eléctrico.
Sin embargo, nuestra región continúa presentando un déficit de incorporación de tecnología en el sistema energético. A pesar de la importancia del sector, que afecta directamente varias industrias productivas, el comercio y las pequeñas empresas, todavía existen deficiencias en la competitividad. Problemas como los cortes de luz y los altos costos del servicio eléctrico muestran que hay un amplio margen de mejora en el suministro de los servicios de infraestructura. Una parte de esta deficiencia en la competitividad se debe a la implementación de tecnología disponible en la región. La solución para este problema es incorporar herramientas digitales a la infraestructura física del modelo operativo.
Las herramientas de digitalización del trabajo posibilitan nuevas formas de gestión de la oferta y la demanda de electricidad. La operación y supervisión remota, sistemas de pago innovadores, mejoras en eficiencia energética e información en tiempo real son algunos de ellos. Tecnologías como Internet de las Cosas y Big Data pueden ser aliadas poderosas en la gestión y distribución de energía. Y esto se refleja en cifras: según el informe de la Agencia Internacional de la Energía, el 43% de las empresas comercializadoras en USA están invirtiendo actualmente en tecnologías digitales como parte de su estrategia comercial general, lo que indica la tendencia de la industria.
Estas tecnologías posibilitan maximizar y mejorar la recolección, uso y análisis de datos para una mejor toma de decisiones. El sector energético genera enormes cantidades de datos que pueden procesarse para optimizar la generación de planificación de energía. A través de un medidor inteligente, se pueden generar datos útiles para analizar y con base en eso apoyar la toma de decisiones. Por otro lado, las nuevas tecnologías posibilitan el monitoreo de activos, para simplificar las operaciones. Tanto transformadores como maquinarias pueden ser monitoreados, para que el productor esté enterado en tiempo real de cambios, anomalías o malos funcionamientos, conociendo el estado de sus activos operativos en campo.
En los últimos años, la presión para reducir las emisiones de carbono ha ido creciendo. La implementación de nuevas tecnologías que optimicen la producción de energía puede ser una manera de disminuir las emisiones, y de esta manera generar un crecimiento a corto plazo en el uso sostenible de la energía. Otra de las posibilidades de la incorporación de herramientas digitales es que permite a los usuarios comprender y monitorear el uso de su energía en tiempo real. Según un informe del Banco Mundial, la capacidad de potencia anual aumentó de 142GW en 2012 a 200GW en 2020, lo que representa una tasa de crecimiento anual de 4.4%. Cuando se compara esta cifra con la tasa de crecimiento anual del consumo mundial de electricidad (3.3%), el informe destaca que la energía descentralizada crecerá casi un 40% más rápido que la demanda. Los usuarios serán cada vez más relevantes en el sistema de producción energética, por lo que será cada vez más importante ofrecerles un servicio eficiente.
La generación se está transformando por la disminución del coste de las energías renovables y de las baterías (Tesla/Panasonic), las tecnologías digitales se aplican cada vez más a las infraestructuras energéticas, y los consumidores/empresas adoptan soluciones de almacenamiento y generación distribuida.
GE estima que la capacidad de potencia anual aumentará de 142GW en 2012 a 200GW en 2020, lo que representa una tasa de crecimiento anual de 4.4%. Cuando se compara con la tasa de crecimiento anual del consumo mundial de electricidad (3.3%), encontramos que la energía descentralizada crecerá casi un 40% más rápido que la demanda
La digitalización debe ser segura y capaz de cumplir con las expectativas tanto de los clientes como de las empresas. Para lograr esto, las empresas deberían tener un plan para acelerar su transformación digital y construir nuevos negocios digitales que abarquen tanto el almacenamiento, como la distribución y la eficiencia energética.